¡Buenas!
¿Qué tal estáis? ¿Cómo va el mes de la Navidad? Por aquí ya sabéis que Diciembre nos encanta y le ponemos muchas ganas a la Navidad, la decoración, etc.
Así que hoy en Piolineando os quiero hablar de una actividad muy chula para hacer en familia estas Navidades, muy entretenida, divertida y, además, ¡muy rica! No es otra que hacer y decorar unas casitas de jengibre, nosotros es la primera vez que las hacemos, fue en una quedada con amigos, y tanto los niños como los mayores lo pasamos en grande.
Lo primero de todo, hacerse con un kit para hacer casitas (en nuestro caso fue este kit de Tiger), pero también se puede hacer con unas galletas planas y cuadradas o rectangulares. Estas, lo bueno que tienen, es que ya vienen con las partes de la casa (la forma de las ventanas, las tejas del tejado, la puerta, etc.).
Y luego ya empezar a decorar cada parte, con colores comestibles, con sprinkles de diversas formas, colores, texturas. Me gustó mucho el pack de Dr.Oetker de Navidad, que venían los pequeños muñequitos de jengibre, bolitas rojas y verdes y fideos rojos, ¡una pasada!
Imprescindible comprar un pegamento comestible, para poder pegar todas las partes de las casitas, algunos kits vendrán con él, pero si no, hay que comprarlo, porque si no no hay manera de pegar cada parte.
Como veis, no son unas casitas perfectas, son casitas de jengibre hechas por niños y adultos que tampoco tenían ni idea pero que todos, absolutamente todos, lo pasamos súper bien y luego nos las comimos y nos supieron de maravilla. De eso se trata, ¿no?
Os animo que hagáis algo así con los peques y no tan peques de la casa, seguro que pasáis una tarde genial, ¡ya me contaréis!
¡Feliz domingo!
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